El trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad es un trastorno del desarrollo neurológico y se presenta en el 5 al 10% de los niños y aproximadamente en el 4% de los adultos.
El trastorno de déficit de atención se puede diagnosticar en niños a partir de los 5 años cuando los síntomas realmente dificultan la vida diaria, aunque es más común esperar hasta que el niño cumpla los 7 años para ver si los síntomas persisten una vez que ha comenzado la escuela.
La evaluación del TDA también es posible en adultos que desean llegar al fondo de síntomas como la hiperactividad, la impulsividad o la falta de concentración que los han afectado durante años.
¿Cuándo debe consultar a un profesional? Cuando su hijo está experimentando dificultades en varias áreas de su vida (aprendizaje, relaciones con sus compañeros, autoestima, interacciones familiares, etc.). Puede presentarse, por ejemplo, por:
- Distraerse fácilmente
- Tener dificultad para participar en una actividad que dura varios minutos
- Cometer errores por descuido
- No prestar atención a los detalles
- Dificultad para comenzar y terminar una tarea
- A menudo se olvida o extravía el material
- A veces mostrando una completa falta de inhibición
- Tener dificultad para controlar sus emociones, esperar su turno para hablar
- Cada niño con TDA tiene sus propias particularidades, fortalezas y debilidades.